Queso de leche de vaca, de pasta blanda y color marfil, el rollot es en realidad un derivado del famoso maroilles. Fue creado a principios del siglo XVII en el pequeño municipio de Rollot por monjes de la abadía de Maroilles. Antiguamente, tenía forma redonda, pero a principios del siglo XX el rollot comenzó a elaborarse con forma de corazón.
Con una producción bastante discreta, este queso de corteza lavada rojo-anaranjada es apreciado por su delicado sabor. Se consume habitualmente desde mayo hasta octubre, al final de las comidas, acompañado de una rebanada de pan. Este queso se cura durante un período que oscila entre tres y seis semanas. También puede tomarse caliente sobre unas patatas con ensalada verde, o también en tarta salada.