Somme ofrece a sus visitantes un inmenso panel de propuestas, tanto en el aspecto de la naturaleza como del patrimonio histórico y arquitectónico. La costa de Picardía, jalonada de centros turísticos, playas y acantilados, y la famosa bahía de Somme, un espacio natural protegido que también es un destino predilecto para las aves salvajes, harán felices a los amantes de la naturaleza y del litoral. La multitud de edificios góticos extraordinarios de Somme también satisfará a los entusiastas de la arquitectura religiosa. Y no hay que olvidar los maravillosos jardines de Valloires, la fortaleza de Rambures o el valle del Somme con sus apacibles estanques.