Formada por 58 fortificaciones, la línea Maginot fue construida por Francia entre 1929 y 1940 a lo largo de 750 kilómetros de fronteras. Se extiende unos 200 kilómetros desde Bélgica a Italia, y atraviesa, entre otros lugares, Alsacia de norte a sur. Fue creada para luchar contra las invasiones militares extranjeras, y se compone de numerosos bloques de hormigón coronados por campanas o torretas metálicas. Marcada por el secreto militar, el misterio de sus instalaciones subterráneas y una organización compleja, la línea Maginot tiene un atractivo particular y es un monumento militar clave.
Con 160 hectáreas de extensión y 10 kilómetros de galerías, la más grande está en Veckring, es obra de Hackenberg y se visita a bordo de un tren eléctrico de la época. En el exterior hay un circuito pedestre y un muro antitanques único en la región.
Entre los sitios de obligada visita podemos citar el fuerte de Schoenenbourg en Hunspach, que es uno de los mayores. Bloquea el norte de Alsacia y está abierto al público desde 1978. Se trata de la fortificación de la línea Maginot que más combatió durante la Segunda Guerra Mundial, con más de 17000 obuses lanzados a lo largo de 10 meses. También la obra de Four-à-Chaux en Lembach, inscrita en la lista de monumentos históricos y que conserva todo su equipamiento original; y la de Simserhof, situada a pocos kilómetros de Bitche y dotada de un espectacular recorrido a bordo de vehículos automatizados.
El Sendero de la Línea Maginot, que se extiende a lo largo de 71 kilómetros, le permitirá descubrir estas obras fortificadas así como los pueblos típicos de la zona.