Thionville se encuentra en la orilla del río Mosela, en el departamento del mismo nombre de la región Gran Este. Ciudad siderúrgica y patrimonio industrial y minero, también dispone de un importante patrimonio arquitectónico e histórico que se remonta a la Alta Edad Media. Thionville ha sido luxemburgués, francés y alemán, y mantiene las huellas de estas sucesivas dominaciones.
Un camino señalizado permite descubrir el centro urbano, comenzando por la plaza del Mercado y su campanario, cuya torre alberga la gran campana de Thionville. Después, se sigue por la iglesia neoclásica de San Maximino, que alberga pinturas del siglo XVII al XIX, y un destacado órgano, de los más bellos de Europa, cuya historia se remonta al siglo XVI.
La visita continúa con el museo de arqueología de la famosa torre de las Pulgas, del siglo XI. Incluido en la lista de monumentos históricos, este antiguo torreón del castillo de los Condes de Luxemburgo presenta una arquitectura original gracias a sus 14 lados.
Tampoco hay que olvidarse de los dos puentes-esclusas ni de los preciosos parques Napoleón y Wilson, así como del Altar de la Patria, el último de su estilo, construido durante la Revolución.
El Museo Geolor, en la calle de la Scierie exhibe importantes colecciones de minerales, fósiles, rocas y arenas
Camino del Fuerte, el grupo fortificado de Guentrange atestigua la historia militar de Lorena.
El pasado minero de la región se revela en el ecomuseo de las minas de hierro de Lorena de Neufchef, a 13 kilómetros de Thionville, donde antiguos mineros guían a los visitantes.
También merece la pena ver Veckring, gran obra de Hackenberg en la línea Maginot, auténtica fábrica subterránea que puede visitarse a bordo de un trenecito de época.