Surgida en noviembre de 2011 con el fin de impulsar la creación fotográfica contemporánea y transformar a los visitantes en compradores, Fotofever se ha consolidado como una feria joven, audaz y creativa.
Durante tres días las fotografías de más de 900 artistas de todo el mundo son expuestas en el carrusel del Louvre por un centenar de galerías. Se pueden encontrar, entre otras, galerías japonesas, pero también colecciones privadas de Rusia, Francia, Italia, Estados Unidos o Países Bajos. Los precios se establecen con total transparencia para unas obras cuyas tiradas no superan las treinta copias en cualquier formato. Para los jóvenes coleccionistas existe una selección de obras a "precio reducido", inferior a 1000 euros. El salón no está destinado solo a los compradores, sino a todos los amantes de la fotografía y los curiosos que deseen descubrir y apoyar a los artistas del mañana.
Fotofever también es un trampolín para los jóvenes talentos: en cada edición el Fotoprize premia el trabajo de un joven titulado de una escuela de arte. Creado por Cécile Schall, nieta del famoso fotorreportero francés Roger Schall, Fotofever se celebra todos los años en noviembre y cada vez cuenta con más visitantes y expositores.