Ham es una comuna del Somme, en la región de Hauts-de-France, a 20 km al suroeste de Saint-Quentin.
Su territorio de 9,5 km², que limita al este con el departamento de Aisne, está atravesado al sur por el curso del Somme y su afluente, el Beine. Todavía presenta un carácter y un paisaje verde, cubierto con un 60% de áreas agrícolas y un 9% de bosques.
La localidad se desarrolló en la margen derecha del río, ahora parcialmente canalizado, en un ambiente húmedo. Se menciona desde el siglo X como posesión del condado de Vermandois (región de Saint-Quentin). A principios del siglo XII se fundó una abadía y, al mismo tiempo, Ham adquirió un castillo que rápidamente se convirtió en una auténtica fortaleza.
Esto no impidió que la fortaleza fuera asediada y tomada por los españoles dos veces, en 1557 y 1595.
Próspera por sus tierras cultivables y su posición estratégica, Ham, que experimentó un auge industrial en el siglo XIX, pagó un precio muy alto en la Primera Guerra. En marzo de 1917, los alemanes dinamitaron el castillo y toda la ciudad.
Ham sin embargo se recuperó, conservó vestigios de su patrimonio y recuperó su dinamismo durante los Treinta Años Gloriosos. Hoy tiene poco más de 4.600 habitantes.
A pesar de la destrucción de 1917, la pequeña ciudad tiene un rico patrimonio que da testimonio de su brillo pasado. Es el caso de los restos del castillo, cuyos cimientos datan de los siglos XII y XIII y que se convirtió en una codiciada fortaleza en el siglo XV gracias a los señores Juan II de Luxemburgo y luego a su sobrino Luis. En 1465 se erigió una torre del homenaje de 33 m de altura (torre del condestable) con muros de 11 m de espesor. Reforzado por Vauban, transformado en prisión en el siglo XIX (Allí estuvieron detenidos Mirabeau, Sade y el futuro Napoleón III), el sitio que figura en el Inventario ha sido objeto de proyectos de renovación en las últimas décadas. En el parque del castillo, al este del centro de la ciudad, se ven imponentes ruinas (cortinas, torre de entrada). Se ha instalado una estatua de Napoleón III (disfrazado de Badinguet durante su fuga del castillo-prisión). Finalmente, ¡aún se puede ver un tilo plantado en 1793 (un árbol de la Libertad)! Visitas con cita previa. Infórmese en el +33 3 23 81 00 00.
A continuación, la iglesia de Notre-Dame, que sirvió a un monasterio de canónigos desde el siglo XII. El coro y el crucero son originales. También hay vanos románicos en la fachada y sobre todo una cripta de estilo gótico. Dispuesto inicialmente para albergar reliquias, incluidas las de San Vaneng, se transformó en una "iglesia baja" para los oficios de los monjes y las reliquias se instalaron en la propia iglesia. Consta de una nave y naves laterales, sus bóvedas de crucería descansan en particular sobre tres columnas monolíticas en el centro. Los capiteles presentan una gran variedad de decoraciones. La cripta también alberga las efigies (lápidas) yacentes de Odo IV, señor de Ham de 1216 a 1234, e Isabelle de Béthencourt, su esposa. Finalmente, en la iglesia esta vez se ha conservado un altar mayor del siglo XVIII. Cabe señalar que parte de los antiguos edificios conventuales está ocupado en la actualidad por un colegio privado.
También cabe mencionar el ayuntamiento, erigido en 1879: sólo se conserva la fachada original. El resto del edificio fue reconstruido en la década de 1920 en un estilo que recuerda a los ayuntamientos flamencos. Alberga herrajes salvados de las ruinas, una colección de litografías que representan el castillo y un busto del general Foy (1775-1825). Natural de la localidad, este general del imperio también está representado en el centro de la plaza del ayuntamiento: su estatua de bronce fue instalada en 1879 y descansa sobre un pedestal de granito. También hay bajorrelieves que resultan ser copias de las esculturas de David d'Angers, autor del monumento-tumba del general en el cementerio Père Lachaise de París.
De nuevo en el centro, se pueden observar varios edificios característicos del período de entreguerras, construidos en ladrillo y hormigón armado.
En la antigua aldea de Estouilly, la iglesia ha conservado una nave prerrománica (que data de 1050).
De vuelta al centro, un paseo por Delicourt Park es imprescindible. Bonito paisaje a orillas del Somme, con árboles y flores, con juegos infantiles, hay un fresco pintado recientemente que evoca varias grandes figuras del pasado de la ciudad.
También se han creado frescos notables dentro de la estación (reconstruida en 1929). Están firmados por Marie-Fernande Van Driesten-Parys y nuevamente están dedicados a la historia de Ham.
Finalmente, se puede dar un agradable paseo por el sitio de Hardines, huertas que ocupan una treintena de hectáreas a ambos lados del curso del Somme, en las afueras de la ciudad de Eppeville. Asentados sobre suelos ricos en turba, drenados por acequias, estos jardines comenzaron a cultivarse a partir del siglo XV. Las aguas del Hardines abastecen varias fuentes del pueblo. Visita previa cita con la asociación que gestiona el sitio en el +33 6 75 95 30 09.
En el aspecto cultural, el cine asociativo Le Méliès se encuentra en el teatro del casco antiguo. Información sobre la programación en el +33 3 22 79 11 94. Además, en diversas salas de la localidad se ofrecen espectáculos, obras de teatro y conciertos durante todo el año: infórmese en el +33 3 23 36 20 50.
Para los amantes del deporte, es fácil para reservar una cancha de tenis. Únase al club local en el +33 3 23 81 01 62.
En cuanto a los amantes del senderismo, tienen a su disposición una serie de senderos e itinerarios, por ejemplo a lo largo de las orillas del Somme o el canal en el sur del territorio, o las alturas verdes del norte. Mapas e información en el +33 3 22 84 42 38.
