El palacio de Saint-Germain-en-Laye se encuentra a las puertas de París. Esta fortaleza del siglo XII fue ampliada, incendiada, reconstruida y modificada a lo largo de los siglos. Después de acoger a muchos soberanos, ha desempeñado diversas funciones: prisión, hospital, escuela de caballería, cuartel y penitenciaría militar. En 1862, Napoleón III transformó el palacio en museo, y en la actualidad alberga el museo de Arqueología Nacional.
En este palacio renacentista, considerado uno de los más bellos de Isla de Francia, nació Luis XIV en 1638. De hecho, comenzó su reinado en este lugar, que abandonó en 1682 para trasladarse a Versalles. El palacio de Saint-Germain-en-Laye es un lugar de recreo y poder que alberga muchos secretos históricos. Además, posee una de las mayores colecciones arqueológicas de Europa, y en él se exponen obras de todo el mundo.
En las salas antiguas del palacio retrocederá más de un millón de años. Los entusiastas de la historia de la arqueología quedarán seducidos por las obras maestras expuestas, como la Venus de Brassempouy, el cráneo del megalocero (gran ciervo), la estatua de Vercingetorix, el mosaico de las Estaciones de Saint-Romain-en-Gal, o las armas vikingas. ¡Una experiencia verdaderamente intemporal!
Este edificio con una extraordinaria arquitectura está rodeado de jardines de estilo francés creados por André Le Nôtre, jardinero del rey Louis XIV, diseñados a imagen de Versalles. Un jardín inglés, botánico y campestre, completa el magnífico escenario. El patio interior es uno de los más bellos del Renacimiento, y la gran terraza, con más de 2 kilómetros, ofrece una vista impresionante de París y el valle del Sena.
