El pueblo debe su nombre a los ríos San Jorge y Rosay.
La primera mención de la fecha de la aldea del siglo 13.
La agricultura y la ganadería son las principales actividades de la aldea a XIX. A partir de ese momento, estamos presenciando el surgimiento de otras actividades como la fabricación de tejidos, cal y azulejos.
Hoy en día Saint-Georges-du-Rosay es un pueblo con encanto que atrae a muchos amantes del patrimonio a través de su iglesia fortificada sublime.