Ubicado en el valle, Laval dibuja su rostro entre las colinas rodeadas de majestuosas montañas. El aire es dulce y la naturaleza ubicua que rodea el pueblo en un entorno verde. La huella del pasado, cables, raíles y carros dispersos en la naturaleza dan testimonio de la historia de la minería del lugar. La mina de Boutière, cuya entrada está ahora colapsado, ha estado operando desde 1858. El carbón fue extraído a la fuerza picos y palas y llevado en los coches de hoy son los restos de ese pasado. La originalidad de Laval radica en sus múltiples piscinas y fuentes repartidos por todo el pueblo. Anteriormente lugares de reunión amistosa y cálida, siguen siendo lugares donde cruzamos, se encontraron y discutieron.