Situado a 17 kilómetros de Troyes y 4 de Estissac, este pueblo, uno de los mejores del país Othe, se extiende a lo largo de un valle dibujado por una empresa ferroviaria impredecible desaparece y reaparece con las estaciones y buena desee.
En las alturas, que corona el pueblo, un bosque permite paseos por los senderos marcados y descubrir una fauna y flora preservadas y diversa.
La vida en comunidad es activa, deportes, entretenimiento, cultura, son todos centro de interés que permiten mantener reuniones y facilidad de uso.
Sus casas antiguas característicos de Othe, sus calles siempre florecido, su rica historia y el patrimonio, la tranquilidad y el sentido de la hospitalidad de sus habitantes lo convierten en un pueblo donde la vida es buena.