Candes-Saint-Martin se encuentra entre las 156 más "bellos de Francia". Es uno de los pueblos más antiguos galorromanas del Valle del Loira. Todavía tiene su estructura medieval y ofrece un patrimonio arquitectónico excepcional.
Candes-Saint-Martin patrimonio construido es muy rica. Muchos de sus edificios están clasificados como monumentos históricos. Este pueblo medieval con calles adoquinadas y la floración ha conservado hermosas casas.
El pueblo ofrece un paisaje urbano típico del Valle del Loira: grandes casas de piedra toba cubierta de pizarra negro. Las pequeñas calles empinadas donde se puede pasear le llevará a diferentes lugares notables no se puede perder.
Candes-Saint-Martin está estrechamente ligada a la vida de San Martín de Tours. Murió en el año 397 en el mismo lugar de la actual colegiata, que está dedicado a él. Es una joya de la arquitectura gótica de Anjou, construida a finales del XII principios del siglo XIII. Algunos elementos arquitectónicos militares se añadieron a ella en el siglo XV (faldas, matacanes, almenas y murallas).
Candes-Saint-Martin también presenta un paisaje extraordinario. Se encuentra en el corazón del valle del Loira, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el Parc Loire Anjou Touraine. Su terreno se divide en tres entidades: la meseta, el valle y las colinas. La meseta, a ciento cincuenta metros sobre el Candes-Saint-Martin, ofrece unas magníficas vistas sobre el valle del Loira y Vienne y en especial el famoso confluencia de los dos ríos. A través de los siglos, la erosión ha creado una cuesta muy empinada que es una característica de esta ciudad apretada entre Viena y viñedos...
Los patrones de actividad esencial de Candes-Saint-Martin hasta la mitad del siglo XIX todavía se encuentran a través de los nombres de lugares (Marineros de la calle, puerto, pescadores...), pero sobre todo con los marineros cuñas de restauración donde los barcos y los barcos tradicionales continuaron acercándose.
La mejor visión de conjunto de la población sigue siendo, además de la "Pointe du Véron" (la cara él, entre los dos ríos), donde el colegiado impresionante parece asegurar la tranquilidad del pueblo.