La antigua provincia de Anjou, actual territorio de Maine y Loira, constituye una de las perlas del deslumbrante Valle del Loira. Sus tres ciudades principales, Angers, Saumur y Cholet, celebran la dulzura de Anjou y ofrecen un entorno auténtico en el que da gusto vivir.
Aquí, el patrimonio ocupa un lugar primordial. El castillo de Angers, ciudad histórico-artística, alberga el famoso tapiz del Apocalipsis, y los museos de la capital de Anjou cautivarán a los amantes de la cultura. La ciudad medieval de Saumur, denominada la perla de Anjou, cautiva la vista gracias a su barrio histórico, realzado por el Loira. En cuanto a los amantes de la equitación de excelencia, disfrutarán visitando su famoso "Cadre Noir". En el corazón de Les Mauges, Cholet es un lugar destacado de la moda que continúa celebrando la historia de sus tejedores, especialmente a través del Museo Textil y de la Moda.
Cuando nos alejamos de las ciudades, el encanto no desaparece. Quedará cautivado por el castillo de Serrant, un suntuoso edificio renacentista, o por la abadía real de Fontevraud, ciudad monástica que fue la más poderosa de Francia. Pueblos encantadores que salpican el Loira, como Champtoceaux, Béhuard, Saint-Florent-le-Vieil o Montjean-sur-Loire, le dejarán hermosas imágenes y recuerdos luminosos.
Recorriendo viñedos y paisajes verdes también puede realizar unas paradas culturales, visitando el castillo de Brézé con sus insólitas galerías subterráneas; el castillo de Brissac, el más alto de Francia; el de Plessis-Bourré o el de Montreuil-Bellay. Grandes y pequeños quedarán seducidos por los impresionantes yacimientos troglodíticos, como el de Rochemenier. Lo troglodítico ocupa un lugar de honor en el Bioparque de Doué-la-Fontaine, que permite descubrir un gran número de especies animales en un atípico escenario de rocas y vegetación. Los aficionados a la naturaleza quedarán también maravillados por las especies vegetales de todos los continentes que se encuentran en el parque Terra Botanica, en Angers.
El encanto de Anjou reside en su armoniosa mezcla de naturaleza y cultura, al mismo tiempo que invita a saborear la gastronomía y el buen vino de su tierra, que forman parte de sus raíces.