En 1984, diez años después del Festival Internacional del Cómic de Angoulême, surgió la Ciudad Internacional del Cómic y de la Imagen para acoger un museo, una mediateca y un centro de imágenes digitales.
Desde 2009 el museo ocupa una nueva sede impresionante, unas antiguas bodegas reformadas y reconvertidas, en la otra orilla del Charente. Una pasarela conecta el museo con la Ciudad, de una orilla a la otra. La actual Ciudad del Cómic se ha enriquecido con una biblioteca patrimonial, un centro de apoyo técnico multimedia, cines, una residencia de artistas, una librería y un restaurante.
Aquí se ofrece al público toda la apasionante historia del noveno arte, desde los orígenes hasta nuestros días. De esta forma, mediante a una escenografía original, se pueden descubrir los entresijos de este arte notable, sus técnicas y su estética.
Para preservar las colecciones –cuyo primer núcleo es el del Museo de Bellas Artes de la ciudad- de la degradación producida por la luz, las obras se renuevan cada cuatro meses. Así, después de cada rotación se puede descubrir un nuevo museo.
Los aficionados al cómic colmarán sus expectativas con las 8000 planchas de dibujos originales, distribuidas en 4 grandes secciones cronológicas, en las que se hace hincapié en la influencia del cómic estadounidense en el cómic francés. Un segundo enfoque se interesa en las etapas de las técnicas de creación, del guión a la aplicación del color.
Los espacios de lectura, provistos de sillones grandes y confortables, permiten ojear los álbumes de las colecciones disponibles durante unos minutos… o unas horas. Bécassine, mangas, superhéroes y pueblos galos… conviven a través de las obras de grandes nombres, como Franquin, Hergé, Dupuy, Berbérian, Zep, Ferrandez, Servais, los valores en auge del cómic, los comic-books estadounidenses, y el cómic japonés, el primero del mundo en número de lectores.