Descubra la historia de Saint-Emilion, íntimamente ligada a la del río Dordogne. Desde tiempos inmemoriales, este ha sido un lugar de intercambio y comercio entre hombres de todos los horizontes. Durante mucho tiempo ha sido frecuentado por barcos de fondo plano, las barcazas, que cada año subían por centenares al estuario de Gironde en busca de miles de barriles de vino. Este comercio abasteció principalmente al mercado inglés que, desde el siglo XII hasta el siglo XV, fue la principal salida del precioso néctar producido en las tierras de Saint-Emilion. El puerto de Pierrefîte, ubicado a menos de 5 km del corazón de la ciudad, fue útil durante mucho tiempo para la exportación de otro material, desde las entrañas de la Jurisdicción: la piedra caliza. Durante casi un milenio, los canteros han trabajado incansablemente para extraer millones de bloques de piedra.
Saint-Émilion