Entre Provenza y Alpes del Norte, se encuentra el departamento montañoso de Altos Alpes (su altitud media es la más alta de Francia), que cuenta con una insolación excepcional durante todo el año. Además de una gran variedad de paisajes -que van desde los bosques, pastos de montaña y valles preservados hasta las elevadas cumbres y glaciares, pasando por las gargantas salvajes-, este vasto territorio posee un rico patrimonio arquitectónico, tanto en las acogedoras ciudades como en los pueblos típicos, donde las tradiciones, sobre todo las pastorales, se mantienen muy vivas. Sus 6.800 km de caminos de senderismo, sus conocidos territorios esquiables, sus lugares de escalada y sus numerosos ríos y torrentes hacen de este lugar un destino natural privilegiado, propicio para la práctica de innumerables actividades al aire libre, tanto en verano como en invierno.