Con 795 kilómetros de costa, Finisterre cuenta con todas las bazas para seducir a los amantes de los paisajes costeros y de los acantilados salvajes. Entre les islas de Sein y de Ouessant, el mar de Iroise señala la transición entre el océano Atlántico y la Mancha. Con sus bellas playas de arena, el litoral de la Mancha es ideal para el baño. El interior de Finisterre también tiene muchos sitios para descubrir, con sus sitios naturales como los montes de Arrée o las Montañas Negras, y el rico patrimonio religioso de sus recintos parroquiales.