Después de Sicilia y Cerdeña, Córcega es la tercera isla del Mediterráneo Occidental en superficie. Con 183 kilómetros de longitud, 83 kilómetros de anchura y 2706 metros de altura, es un auténtico paraíso natural en el que el patrimonio se ha conservado de forma admirable. Muy unida a sus tradiciones, esta carismática región se ha ganado a pulso el sobrenombre de Isla de la Belleza. La isla que vio nacer a Napoleón Bonaparte, situada a unos 180 kilómetros de la costa Azul, está llena de magníficos parajes.
Muy apreciado por los amantes de los deportes al aire libre, este territorio protegido invita a descubrir los encantadores pueblos en la ladera de las montañas; las calas salvajes; las reservas naturales ricas en fauna y flora; las playas doradas de aguas cristalinas, ideales para relajarse; los coloridos fondos marinos; los lagos de altura; o las magníficas rutas de senderismo, como el famoso GR20, que atraviesa Córcega de norte a sur. De las prestigiosas localidades playeras a los relieves de alta montaña, la gran variedad de perspectivas, junto a su privilegiado clima, es uno de los puntos fuertes de la Isla de la Belleza.
¡Las ciudades corsas también son muy famosas, y le será imposible pasar un tiempo en esta magnífica región sin darse una vuelta por Ajaccio, Bastia, Calvi, Corte, Porto-Vecchio o Sartène!
La gastronomía local es otro de los aspectos que favorece el atractivo turístico, gracias al queso, la charcutería o las especialidades a base de castañas. ¡Brocciu, coppa, figatelli, pero también polenta y fiadone, complacerán los paladares de los visitantes en busca de sabores auténticos!