Antes de unirse al Adour en Bayona, el río Nive, que nace al sur de Estérençuby, atraviesa unos bucólicos paisajes verdes salpicados de bonitos pueblos vascos con casas típicas.
Surcando el valle de la Nive, podemos hacer un alto en Itxassou, paraíso de la cereza negra. Su iglesia, de visita visite obligada, alberga un espléndido retablo dorado y tres pisos de galerías de madera.
Bidarray, con sus bases acuáticas que ofrecen descensos en piragua y rafting, hará las delicias de los aficionados a los deportes de aguas bravas. El río Nive, en el que abundan las truchas y los salmones, también es un destino predilecto para los entusiastas de la pesca... Los aficionados a los paisajes salvajes, por su parte, no dejarán de recorrer las gargantas del Nive y detenerse un instante en el sitio insólito del Paso de Roldán, un paso tallado en la roca por la erosión de las tumultuosas aguas del Nive.
Por último, antes de abandonar este maravilloso territorio hay que visitar Saint-Jean-Pied-de-Port, ubicada en el camino de Santiago, cuyo casco antiguo posee un patrimonio notable,...