El magnífico valle preservado del Clarée, atravesado por el río del mismo nombre, se encuentra salpicado de pueblos y aldeas preciosos. Durante su recorrido, los visitantes no solo podrán descubrir una naturaleza virgen, sino también bonitas iglesias decoradas con pinturas murales y relojes de sol, casas con tejados recubiertos de tablillas de alerce o capillas pintorescas.
No se pueden dejar de ver los siguientes edificios religiosos: la iglesia de Saint-Marcellin (siglo XV) de Névache; la iglesia de Saint-Claude (siglo XVII) de Val-des-Prés, la iglesia de Saint-Sébastien (siglo XVI) de Plampinet o la capilla de Fontcouverte.