Apacible y lleno de encanto, el pueblo de pescadores de Tartane se encuentra en la magnífica península de la Caravelle, a 6 kilómetros de la ciudad de La Trinité, de la que depende. Antiguamente dedicada al cultivo de la caña de azúcar y a la cría de ganado bovino, esta pequeña localidad vive ahora sobre todo de la pesca y del turismo. Así, la bellísima bahía de Tartane, salpicada de barcas de colores, cautiva a muchos visitantes que buscan un lugar tranquilo impregnado de tranquilidad. Los amantes de la cocina exótica también podrán realizar una alto en alguno de los muchos restaurantes que preparan especialidades criollas para probar su cocina...
Tartane posee también bellísimas playas de arena fina, como las de la Brèche o de la ensenada l'Étang. Esta última es ideal para el baño y la relajación, con sus cocoteros, su arena dorada y sus aguas turquesas. La ensenada Bonneville, por su parte, es muy apreciada por los surfistas.
En cuanto a los aficionados a las caminatas, podrán disfrutar de lo lindo recorriendo los maravillosos senderos señalizados de la reserva natural de la Caravelle, situada no lejos de allí.