Situado entre Crest y Die, al pie de Vercors, Pontaix es un precioso pueblo de Drôme en medio de las montañas. El río Drôme que lo atraviesa, flanqueado de casas, proporciona un auténtico remanso de paz y frescor durante el período estival. Fue una plaza fortificada protestante de Diois durante las Guerras de religión, pero sus fortificaciones fueron destruidas a finales del siglo XVI. También durante este período la capilla del castillo, cuyos frescos de los siglos XIII y XVI aún se pueden ver, fue reformada y convertida en templo.
En lo alto del pueblo, las ruinas del antiguo castillo fortificado y de su torreón pentagonal del siglo XIII dominan majestuosamente el paisaje. Desde el pueblo, un bonito camino conduce hasta la cima, donde le espera una impresionante vista del valle del Drôme.
Tampoco se olvide de contemplar las cascadas del Aiguebelle, situadas en lo alto de Pontaix. Para acceder a ellas, ascienda por la Calade de la Cascade, una callejuela oculta que le llevará hasta el sendero…