En el corazón de la parte norte de la isla, entre Fort-de-France y Le Morne-Rouge, dentro del Parque Natural Regional de Martinica, los picos de Le Carbet constituyen un destino predilecto para los excursionistas avezados. Dominando majestuosamente la costa caribeña, este conjunto montañoso de origen volcánico cuenta con varias cumbres: el pico Lacroix, también llamado morne Pavillon, con sus 1196 metros de altitud; el morne Piquet (1160 metros); el pico Dumauzé (1112 metros); el pico de l'Alma (1107 metros); el pico Boucher (1070 metros). En este parque no es raro ver árboles que alcanzan los 30 o 40 metros de altura, con grandes contrafuertes, y a partir de los 1000 metros de altitud, la selva húmeda es reemplazada por la sabana y los matorrales.
La ascensión de los diferentes picos de Le Carbet está reservada los excursionistas avezados y entrenados, ya que tiene pendientes muy pronunciadas y los senderos suelen estar resbaladizos por las lluvias frecuentes. Además, como el recorrido es muy largo, se recomienda salir temprano de excursión si se quiere realizar el circuito completo. En las partes más duras, los pasamanos y las cuerdas permiten franquear las pendientes más pronunciadas... ¡Aquí no caben tiempos muertos, el disfrute de estas bellezas naturales hay que ganárselo! Pero los más audaces y los más deportistas podrán contemplar unas maravillosas vistas de Martinica, sobre todo con el cielo despejado, y especialmente de la montaña Pelada o de la fabulosa bahía de Fort-de-France.
No obstante, el impresionante macizo montañoso de los picos de Le Carbet puede contemplarse desde muchos lugares a la redonda, como es el caso, por ejemplo, del espléndido jardín de Balata.