El palomar, ya sea cuadrado, rectangular o poligonal, es un símbolo del patrimonio rural del Suroeste, y es parte integrante de los paisajes de Tarn y Garona. Antiguamente, esta torre típica de uno o dos pisos, era signo de riqueza y prestigio para su propietario, ya que en ella se criaban palomas con vistas al consumo de carne y a la utilización de sus excrementos como abono. En la actualidad, estos vestigios constituyen una maravillosa herencia vernácula que se pueden contemplar a lo largo de las carreteras, caminos y senderos de la campiña de Tarn y Garona.
Lauzerte