En la plaza de Assézat, en Toulouse, se encuentra el palacio de Assézat, una antigua mansión particular. Esta joya del Renacimiento fue completamente rehabilitada en 1995 para acoger la Fundación Bemberg, creada por un mecenas argentino.
El palacio de Assézat fue declarado Monumento Histórico en 1914. Dentro de esta joya arquitectónica, se ofrece un recorrido artístico del arte occidental, desde finales de la Edad Media hasta el siglo XX, en tres plantas, inspirándose en el patio cuadrado del Louvre.
La primera planta presenta obras antiguas, cuadros, muebles, bronces, objetos de arte, así como las principales escuelas europeas de pintura, con obras de Cranach, Clouet, Tintoretto, etc. Todo esto se ve realzado por la decoración de una mansión burguesa de espíritu renacentista, tal como se concibió inicialmente el palacete de Assézat.
En la segunda planta se exponen obras modernas, impresionistas y posimpresionistas, Manet, Picasso, Dufy, Vlaminck, etc. Una sala entera está dedicada a 35 cuadros de Bonnard, y hay otra consagrada a los fauves.
En el subsuelo, hay un espacio de 200 m² en el que se organizan actos públicos y privados.
Para disfrutar plenamente del patio interior, haga un alto en el salón de té-restaurante, abierto de abril a octubre, que cuenta con una terraza debajo de la galería.