Un poco alejada de los destinos turísticos de la costa sur de Tierra Grande, Le Moule cuenta con muchos atractivos naturales y culturales. Situada a orillas del océano Atlántico, en el centro de la costa oriental de la isla, la ciudad de Moule fue antiguamente el mayor puerto azucarero de Guadalupe. Aunque el municipio ha sufrido el paso de ciclones, sigue siendo muy bonito, con el Ayuntamiento colorido de estilo ecléctico y la iglesia de San Juan Bautista, de fachada neoclásica decorada con cuatro columnas jónicas (declarada Monumento Histórico). Más cerca del mar descubrimos los restos de una antigua batería de cañones, antaño utilizados para defender el puerto, así como las ruinas de Wisosky, un antiguo edificio comercial, siendo estos dos lugares muy recomendables para pasear en la actualidad.
No muy lejos del puerto pesquero se extiende la magnífica playa de arena fina del Autre Bord, que ofrece la posibilidad de disfrutar de maravillosos baños en el lagón, así como de hacer un pícnic a la sombra de los carbets, cocoteros y uveros. Después de descansar un poco, la visita de Le Moule continúa en dirección al museo arqueológico Edgar Clerc. Este, aparte de tener un majestuoso parque con palmeras reales, alberga colecciones de objetos precolombinos únicos, entre los cuales podemos encontrar cerámicas y herramientas de concha y piedra…
Más al sur del municipio, los amantes del patrimonio podrán admirar la hacienda Zevallos, hermosa residencia colonial, réplica de la que alberga el museo Saint John Perse en Pointe à Pitre, antes de visitar la destilería Damoiseau. Esta destilería, conocida por su ron agrícola, ofrece al público la posibilidad de conocer los secretos del proceso de elaboración del ron a través de una visita a sus instalaciones, repletas de paneles explicativos de las diferentes etapas de fabricación. Por su parte, la fábrica Gardel es la última azucarera en funcionamiento en la Guadalupe continental, y en la época de cosecha ofrece visitas guiadas para asistir al proceso de fabricación del azúcar.
Por su parte los aficionados al surf no querrán perderse el punto Damencourt, un divertido lugar especialmente popular entre los amantes de los deportes de deslizamiento.
El mercado nocturno, que se celebra todos los miércoles a partir de las cuatro de la tarde en el bulevar del General De Gaulle, le alegrará la vista y las papilas con sus productos locales y su gran animación.
