El Marais es un barrio histórico y de ambiente de los distritos III y IV de París. Su nombre procede de una antigua zona pantanosa, y está habitado desde el siglo XII. Forma un triángulo delimitado por la plaza de la Bastilla, la plaza de la República y la plaza del Ayuntamiento. En la actualidad, es uno de los rincones más frecuentados de la capital, tanto por sus tesoros arquitectónicos como por su ambiente cosmopolita. En este barrio de ambiente gay (gay-friendly), abundan los bares y otros clubes para homosexuales, sobre todo en la calle Sainte-Croix-de-la-Bretonnerie. A los numerosos bares, cafés, restaurantes y otros lugares de diversión que pueblan estas calles, hay que añadir tiendas de creadores y galerías de arte contemporáneo.
La calle de los Rosales (rue des Rosiers) es un epicentro de la comunidad judía parisina, pero también destaca como uno de los lugares más comerciales del Marais. Aquí hay numerosas tiendas de moda, tiendas de alimentación kosher, restaurantes especializados en falafel y otros establecimientos gastronómicos. En el número 7 de la calle de los Rosales se puede ver una placa conmemorativa en memoria de las víctimas del atentado del 9 de agosto de 1982. Más al sur, en dirección al Sena, en el número 17 de la calle Geoffroy-l'Asnier, se encuentra el emotivo Memorial de la Shoah, lugar de memoria e institución de referencia en Europa sobre la historia de la Shoah.
El Marais también posee un rico patrimonio arquitectónico, en el que cabe resaltar el gran número de palacetes de los siglos XVI, XVII y XVIII. Palacio de Soubise, palacio de Rohan, palacio de Guénégaud, palacio Carnavalet, palacio de Saint-Aignan, palacio de Sully o palacio de Lamoignon… entre tantas bellas fachadas parisinas, hay mucho donde escoger.
También existe una amplia oferta de museos de todo tipo: Museo Nacional Picasso-París, instalado en el palacio Salé; Museo de la Caza y la Naturaleza, instalado en los palacios de Guénégaud y de Mongelas; Museo Carnavalet, dedicado a la historia de la capital francesa; Museo Cognacq-Jay, donde se exhibe una colección de arte del siglo XVIII; Museo de Arte e Historia del Judaísmo, en el palacio de Saint-Aignan; Museo de los Archivos nacionales, en el palacio de Soubise; o Museo de la Magia y los Autómatas. Los visitantes seguro que encuentran lo que buscan.
El descubrimiento de los innumerables atractivos del Marais prosigue con la ineludible plaza de los Vosgos, declarada Monumento Histórico, con sus arcadas llenas de encanto. Al norte del barrio, también podrá visitar el Carreau du Temple, lugar de gran relevancia cultural y artística, o recorrer las agradables calles de Bretagne y Vieille-du-Temple, jalonadas de tiendas, cafés y restaurantes. Y si le gustan los objetos antiguos o insólitos, le encantará el pueblo de Saint-Paul, situado entre el Sena y la calle San Antonio, con sus preciosas callejuelas y sus pequeños patios interiores salpicados de tiendas de anticuarios y diseñadores.
Además, puede visitar las iglesias de San Pablo y San Luis, de estilo jesuítico, y las de San Gervasio y San Protasio, de estilo gótico y clásico. Finalmente, un paseo por la pintoresca calle de Barres, la bonita plaza del Mercado de Santa Catalina o el elegante palacio de Sens, con su bellísimo jardín francés, colmará todas sus expectativas.
