Bañada por un sol casi permanente, la Costa Azul es un destino ideal para disfrutar del litoral marino. Está salpicada de localidades playeras, desde Var hasta Alpes Marítimos
Entre Saint-Cyr-sur-Mer y Saint-Raphaël, el litoral de Var está jalonado por famosas localidades playeras. Destaca Saint-Tropez, la más legendaria de todas, que acoge a turistas y celebridades en un entorno encantador. Con un rico patrimonio histórico, natural y cultural, Hyères es una estación ideal para toda la familia. Además, es el punto de partida para tres islas excepcionales, las tres islas de Oro: Porquerolles, Port Cros y Le Levant. En plena naturaleza, Ramatuelle es un bonito pueblo típicamente provenzal en el que reina la tranquilidad a escasos minutos de la magnífica bahía de Pampelonne. Situada entre dunas y lagunas y expuesta al viento, la extensa playa de Saint-Aygulf atraerá a los amantes del kitesurf y del windsurf
También está Saint-Raphaël, con sus bonitas playas de arena fina y donde da gusto pasear por el puerto viejo y disfrutar de las actividades que se ofrecen en el paseo marítimo. Cerca de allí, Les Issambres ofrece kilómetros de playas, calas y calanques en medio de una naturaleza virgen y exuberante. La preciosa localidad de Cavalaire-sur-Mer es ideal para las actividades náuticas y alterna playas de arena con calas. Rodeado por el macizo de Maures, Rayol-Canadel-sur-Mer es una localidad con muchos árboles, que ofrece un idílico marco entre playas de arena fina y vegetación exuberante. Genuino pueblo pesquero, Le Lavandou ofrece una gran variedad de actividades de ocio y una docena de playas. Cabe mencionar también Six-Fours-les-Plages, situado entre el mar y el bosque; Bandol, una de las localidades playeras más antiguas de la costa; o Sanary-sur-Mer, con su típico puerto pesquero.
Alpes Marítimos también cuenta con múltiples y agradables localidades playeras. Théoule-sur-Mer, con pequeñas calas paradisíacas y playas de arena fina rodeadas por los fabulosos paisajes del Esterel. Niza, una ciudad singular, con el Paseo de los Ingleses y sus callejuelas típicas. En la frontera italiana, Menton se caracteriza por una arquitectura elegante, casas con fachadas de colores y jardines exóticos. Las aguas turquesas de la magnífica rada de Villefranche-sur-Mer invitan a relajarse. Por su parte, la localidad de Juan-les-Pins es muy popular entre los turistas, que sienten debilidad por su preciosa playa de arena fina y su trepidante vida nocturna. Muy cerca de allí, y resguardado del viento, Golfe-Juan, con sus puertos y extensas playas, es un lugar ideal para la práctica de numerosas actividades náuticas.
Limitando con Mónaco, Cap-d'Ail alberga magníficas playas que se revelan a lo largo del camino costero, que le va ofreciendo preciosas vistas del litoral. Saint-Jean-Cap-Ferrat, con su famosa península de exuberante vegetación, posee magníficos paisajes para contemplar en un agradable paseo por la costa. Los aficionados al ocio y la vida nocturna van a Antibes, y los que quieren hacer compras de lujo se dirigen a Cannes. El bonito pueblo medieval de Èze, que domina el mar, cautiva a los amantes de las piedras antiguas, mientras que la arquitectura Belle Époque de Beaulieu-sur-Mer atrae a los románticos. Por último, Mandelieu-la-Napoule, al pie de los macizos del Esterel y Tanneron, es un destino privilegiado para los amantes del golf, que también pueden disfrutar de sus hermosas playas de arena.