El pais de Charente cuenta con numerosas localidades playeras para los aficionados a la ociosidad y a los deportes náuticos. Muchas de ellas surgieron a finales del siglo XIX, cuando se inició la moda de los baños de mar. Royan está bien surtida, ya que cuenta con hasta cinco playas. Su vecina, Saint-Palais-sur-Mer, también es un destino muy apreciado, con sus villas Belle Époque y su entorno protegido.
Las cinco playas de Fouras-les-Bains, de las cuales la más frecuentada es la del centro urbano, son completamente diferentes. Châtelaillon-Plage ha sabido conservar sus bellas villas de antaño en el agradable paseo que rodea la playa. Saint-Georges-de-Didonne, por su parte, cuenta con una situación privilegiada entre dos acantilados calcáreos.
Las islas de Charente también tienen tesoros que ofrecer. En la isla de Oléron, la playa de Les Saumonards, en Saint-Georges-d'Oléron, es una de las más bellas de la isla. Enmarcada por el bosque, muestra una identidad salvaje que resulta atractiva. A su lado está la playa de Gatseau, en Saint-Trojan-les-Bains, con una extensión de arena fina orientada al sur y protegida de los vientos.
La isla de Ré no se queda a la zaga, con unas playas a cuál más fascinante. Las playas más grandes se encuentran en la costa sur, con Le Bois-Plage-en-Ré, que conjuga a la perfección playa y bosque, o La Couarde-sur-Mer, rodeada de viñas y marismas saladas. Al norte encontramos la magnífica playa de la Conche des Baleines, en Saint-Clément-des-Baleines, ideal para el baño. La playa de Trousse Chemise, en Les Portes-en-Ré, enfrente del famoso bosquecito cantado por Charles Aznavour, también posee mucho encanto, al igual que la costa salvaje de Ars-en-Ré.
