Nada más salir de la ciudad de Corte comienzan las gargantas del Restonica. Al río Restonica, rodeado de peñascos y bosques, se puede acceder fácilmente a pie. El torrente es un lugar muy apreciado por los bañistas. ¡El frescor está garantizado! El valle del Restonica también es muy propicio para la práctica de otras actividades como el senderismo o la escalada.
La estrecha carretera de las gargantas, con sus quince kilómetros de longitud, conduce a los apriscos de Grotelle, lugar repleto de construcciones de piedra seca. Desde este lugar, que ofrece una panorámica magnífica de las montañas, parten las travesías a pie al alto valle del Restonica, y más concretamente a los lagos de Melo y Capitello.