El hábitat tradicional bretón está lleno de encanto, con sus casas de piedra de granito con contraventanas azules, rodeadas de hortensias, con sus tejados de pizarra o de paja. Pero hay un rincón en el que este encanto adquiere todo su sentido: Kerascoët y Kercanic, dos pueblos de Finisterre sur, en el municipio de Névez, cerca de Pont-Aven. Aquí, las chaumières (casas con tejado de paja)se asemejan a las casas de los cuentos y las leyendas.
Fruto de una larga tradición de chaumiers y artesanos, estas bonitas casas antiguas con contraventanas rojas o azules conviven con hornos de pan y pozos. Entre ellas, figuran las "casas con piedra de pie", grandes bloques de granito destinados a montar los muros de las casas y los cercados. Protegidas por el sello "Paisaje de reconquista", son únicas en Francia, y se conservan perfectamente.
A lo largo de la costa de Kerascoët y Kercanic encontrará muchos lugares desde los que disfrutar de las vistas.