Colmar, capital de los vinos de Alsacia, conserva un rico patrimonio arquitectónico y un carácter pintoresco. El museo de Unterlinden, consagrado al arte renano, es un lugar ineludible de la ciudad. Este antiguo convento de Dominicas, en el que se exponen pinturas y esculturas de la Edad Media y el Renacimiento, alberga también el famoso retablo de Issenheim, obra de Mathias Grünewald.
Los barrios viejos, con sus casas antiguas con entramado y las fachadas decoradas con rótulos antiguos de hierro forjado, son un verdadero encanto. Uno de los lugares más apreciados de Colmar es la Pequeña Venecia, el barrio romántico por excelencia. Las hermosas casas de entramado de madera con paredes de colores del muelle de la Poissonnerie y los puentecitos con flores que atraviesan el Lauch acentúan el encanto del lugar. Un paseo en barca por el canal también es una buena manera de descubrir las orillas de la Pequeña Venecia.
El barrio de los Curtidores resulta muy pintoresco, con sus casas altas que albergan desvanes, antiguamente destinados al secado de las pieles. La calle de los Mercaderes es conocida por sus bonitas casas y sobre todo por la casa Pfister, de 1537, adornada con una ventana saliente de ángulo y una galería de madera. En esta calle se encuentra la casa natal de Auguste Bartholdi, escultor de la estatua de la Libertad de Nueva York. Esta antigua casa alberga en la actualidad un museo en el que se exponen las obras del artista.
La visita de la ciudad vieja prosigue con la colegiata de Saint-Martin, antigua catedral de los siglos XIII y XIV; la iglesia de los Dominicos, de estilo gótico renano; la casa de las Arcadas y la Antigua Aduana, Koïfhus, con su bonita y animada plaza, adornada con una fuente.
No se puede dejar de asistir a la feria de los vinos de Colmar, que tiene lugar en el mes de agosto. Esta fiesta combina degustaciones, gastronomía, exposiciones y espectáculos. ¡Reina un gran ambiente! El festival Internacional de Colmar, en julio, es un gran acontecimiento de la música clásica. En invierno, durante las fiestas de Navidad, la ciudad vieja de Colmar ofrece un ambiente fascinante, con las iluminaciones, los adornos y los entrañables mercados de Navidad.