El pueblo de Charroux conserva de su pasado una alta torre octogonal del siglo XI. Esta torre, llamada de Carlomagno, es un vestigio de la abadía de Saint- Sauveur. De la famosa abadía benedictina también subsisten el claustro y la sala capitular. Esta sala alberga ahora un museo donde se exponen esculturas góticas, el tesoro y una maqueta de la abadía.