En el corazón de Sologne se levanta el castillo de La Ferté-Saint-Aubin. Aquí, al visitante puede recorrer libremente las quince habitaciones amuebladas, las grandes cocinas, en las que se ofrecen degustaciones de magdalenas con miel, y las caballerizas, que albergan caballos de doma.
El enorme parque de 40 hectáreas invita a pasear y contemplar una estación reconstruida de los años 30, una isla encantada para los niños y un parque de animales.