En los confines de Maine y Normandía, en pleno Parque Natural Regional de Normandía-Maine, se levanta el castillo de Carrouges, (siglos XIV-XVII), que presenta un elegante castillete de entrada de la época renacentista.
Rodeado de fosos de agua fluyente, el magnífico castillo, construido con ladrillo, granito y pizarra, alberga suntuosos apartamentos con decoración renacentista y clásica. La habitación de Luis XI, en donde el rey pasó una noche en 1473; el comedor, con su chimenea monumental; el salón de los Retratos, con sus cuadros que representan a los antiguos propietarios del castillo; la cocina, con su colección de cacerolas de cobre; o la magnífica escalera de honor, son algunos de los atractivos que se descubren a lo largo de la visita.
Alrededor de la mansión, se extiende un agradable parque de diez hectáreas, con jardines, bosquecillos y un huerto. Además, ha conservado las espléndidas rejas de hierro forjado del siglo XVII.
Una gran oferta de acontecimientos jalona el año: visitas a la luz de las velas los viernes por la noche en la época estival, conciertos, exposiciones, animación para niños, etc.
La cita estelar de la finca es la fiesta de la caza y la pesca, que se celebra el primer fin de semana de agosto en el parque del castillo, con la gran misa de San Huberto, demostraciones, espectáculos, concursos, etc.