El canal que une Nantes, en Loira Atlántico, con Brest, en Finisterre, es una vía fluvial de 364 kilómetros de longitud puntuada por 238 esclusas, que atraviesa los departamentos de Loira Atlántico, Ille y Vilaine, Morbihan, Côtes-d'Armor y Finisterre. Fue construido durante la primera mitad del siglo XIX y se utilizó para transportar mercancías. En la actualidad es un lugar clave del turismo fluvial y hace las delicias de los aficionados a viajar en barco. Aproveche las múltiples posibilidades que ofrecen los cruceros y deslícese tranquilamente por el agua a través de una naturaleza virgen.
Las actividades acuáticas como el piragüismo y el kayak también abundan en el canal, sobre todo entre La Pie y Saint-Péran, donde las puertas correderas acondicionadas le permitirán atravesar 15 esclusas.
Si prefiere quedarse en tierra firme, sepa que es posible caminar a lo largo del canal, a pie o en bicicleta, por los antiguos caminos de sirga.
Elija lo que elija, haga todas las pausas que le apetezca, pues el canal tiene mucho que ofrecer. El canal atraviesa los valles bretones más hermosos, como el Oust, el Erdre, el Aulne o el Blavet. Atraviese paisajes apacibles y llenos de contrastes en los que la Bretaña interior se le revelará por completo: valles, montes, extensiones verdes, pantanos... ¡Una auténtica estampa campestre! ¡Agradables y encantadoras Estaciones Verdes de Vacaciones campestres como Châteauneuf-du-Faou y Rohan le esperan!
Si desea completar este conjunto bucólico, no deje de ver el espléndido patrimonio arquitectónico que jalona el recorrido. Haga una parada en las ciudades históricas de Redon y Pontivy, contemple castillos como el de Blain... Sin olvidarse de pasear por los encantadores y pintorescos pueblos de Malestroit y Josselin. ¡Experimente una maravilla diferente en cada etapa!