Por encima de Hell-Bourg, a 1500 metros de altitud, hay una vasta meseta en la que se extiende un hermoso bosque. Protegido por el Parque Nacional de Reunión y clasificado como reserva biológica, el bosque primario de Bélouve alberga un gran número de especies endémicas, como algunas orquídeas, el helecho arborescente llamado fanjan o el tamarindo de los Altos. Este maravilloso territorio al que se puede acceder en coche por una carretera que parte del pueblo de La Plaine-des-Palmistes y atraviesa el bosque de Bébour, o a pie por un escarpado sendero que sale de la isleta de Hell-Bourg), se presta a las mil maravillas a la práctica del senderismo.
Además de apreciar los bellos tamarindos y demás plantas exóticas que crecen alrededor de los senderos o caminos, también podrá seguir el famoso camino señalizado que llega hasta el mirador del Agujero de Hierro (Trou de Fer). Desde este sitio completamente virgen se puede contemplar una imponente cascada que se desploma en medio de un cañón exuberante. Hay que calcular tres horas de ida y vuelta partiendo del albergue de Bélouve. El recorrido a través del frondoso bosque primario es precioso, pero hay que mantenerse siempre alerta, pues cuando llueve el terreno puede embarrarse y volverse resbaladizo.
Los amantes de los paisajes sin duda querrán descender por la pendiente de la explanada de Bélouve, un lugar muy bien acondicionado, con zona de picnic y mesa de orientación, desde el que se puede divisar una panorámica verdaderamente excepcional del circo de Salazie y el Pico de las Nieves. No lejos de allí, quienes deseen conocer más a fondo la historia del antiguo teleférico forestal y de la explotación de tamarindos de los Altos, podrán visitar la exposición permanente titulada "Bélouve el gran legado, herencia de los hombres". La Somin Tamarin es una ruta de exploración que atraviesa el bosque de tamarindos. Jalonada de carteles y terminales interactivos y accesible para los discapacitados e invidentes, es el lugar ideal para descubrir la flora local.
