La ciudad de Arques, en Paso de Calais, no solo es famosa por su cristalería. Posee una sorprendente máquina única en Francia: un ascensor para barcos. Construido en 1887 en el canal de Neuffossé, servía para que los barcos y las gabarras evitasen el paso de 5 esclusas. Una construcción excepcional, verdadero testimonio del genio mecánico del siglo XIX. Fue utilizado hasta 1967, cuando una esclusa de grandes dimensiones la reemplazó, y funcionaba según el principio de una balanza hidráulica de dos pistones. El ascensor no se puede visitar, pero sí sus anexos, y eso le permitirá comprender su funcionamiento a través de una sala de exposiciones, un taller de reparación y una sala audiovisual.
Bergues