El tripou, también llamado tripette, es un plato casero de finales del siglo XX compuesto de tripas de ternera cortadas en la panceta de un cordero. Esta se cuece cuatro horas en un caldo de ternera con sal, pimienta, vino blanco, zanahorias y tomates. Y, a diferencia de lo que pudiera parecer, contiene menos de un 5% de materia grasa.
Este plato, que sienta bien al cuerpo, se tomaba tradicionalmente por la mañana temprano después de una noche en blanco tras una boda o una fiesta de pueblo. El tripou suele servir de acompañamiento a un aligot (puré de patatas con queso), un tome fundido en puré, o una truffade, un plato de patatas doradas cubiertas de tome.
Un vino tinto como un Marcillac o un Saint-Pourçain es ideal para acompañar a este plato.