Según la leyenda, el petit pâté de Pézenas fue creado por el cocinero hindú de Lord Clive, un británico que vino a curarse a Montpellier y se instaló en un castillo cercano a Pézenas, en 1766. Parece que fue él quien confió la receta a un pastelero de la época, con el fin de difundir el producto en toda la región. Desde 1991, una cofradía del Petit pâté de Pézenas tiene como misión destacar y promover este plato.
El petit pâté de Pézenas es una especie de bobina de paté dorada, compuestas de picadillo de cordero dulce y salado. Esta especialidad es muy apreciada como entrante, pero sorprendentemente también como postre, por su sabor dulzón. Un vino tinto o rosado, o incluso un moscatel de Frontignan son ideales para acompañar este plato tan apreciado en la región.