Especialidad de la ciudad de Boulay-Moselle, el macaron de Boulay es un pastelito redondo con la parte superior agrietada, con un bonito color beis claro. Se compone de almendras, azúcar y clara de huevo, y no contiene potenciadores del sabor, colorantes ni conservantes. El macaron de Boulay es muy esponjoso y puede conservarse durante varias semanas en un frigorífico.
Creado en 1854 por un pastelero llamado Binès Lazard, la receta fue transmitida a la familia Alexandre en 1963. El macaron de Boulay ha sido siempre muy apreciado por la realeza y las grandes personalidades, como lo atestiguan el rey Jorge VI, el general de Gaulle o el escritor André Maurois.