La nonnette de Remiremont, de origen antiguo e incierto, es un pastelito redondo de pan de especias, con aspecto ligeramente bombeado. Está recubierto de un glaseado de azúcar o de chocolate o relleno de una mermelada de arándanos. Su pasta se compone de miel de abeto de los Vosgos, harina, yema de huevo y especias como la canela y la nuez de moscada. Muy apreciadas en la Belle Epoque, las nonnettes se pueden tomar en cualquier momento del día, acompañadas de una taza de té.
En cuanto a los loriquettes, son pastelitos de pasta de almendra, en forma de estrella de tres picos, dorados por encima, y salpicados de almendras laminadas y espolvoreadas de azúcar glasé. De origen pagano, esta especialidad vendría a ser la reliquia de un antiguo culto lunar establecido por los galos. Compuestas de harina, huevos, leche, miel y almendras molidas, los loriquettes se preparaban antiguamente en Lunéville, en el mes de diciembre.