El gofre relleno, de forma ovalada, es un derivado de uno de los pasteles franceses más antiguos, ya que el gofre tradicional data de la Edad Media. En aquella época, el gofre era muy fino y se enrollaba como un bastón o como un cono.
Inventado en el siglo XIX, el gofre relleno procede del gofre relleno con vainilla de la Casa Méert, creado en 1849 en Lille. Su pasta dorada se compone de harina, azúcar, levadura, sal, mantequilla y huevos. Al principio se cuece en un horno a mano, y luego se abre en dos para rellenarlo con un preparado a base de mantequilla, azúcar y aroma de vainilla o de ron. Puede tomarse en cualquier momento del día, con un vaso de cerveza o una taza de chocolate caliente.
Este postre procede de la larga tradición del gofre, que el norte de Francia comparte con Bélgica (gofre de Lieja o gofre de Bruselas, por ejemplo).