El gâteau battu, pastel en forma de cilindro bastante alto y dentado, se reservaba antiguamente a las fiestas de Pascua o a las grandes ceremonias, como las bodas, los bautismos o las comuniones.
Elaborado con yema de huevo y mantequilla, este pastel de corteza marrón y miga amarilla dorada presenta una textura más ligera que un brioche. Ligeramente azucarado, el gâteau battu puede conservarse varios días, y se puede tomar al final de las comidas, en el desayuno o en la merienda, solo o acompañado de confitura.
En Abbeville, una cofradía de gâteau battu celebra regularmente su capítulo para promocionar este postre esponjoso tan apreciado en la región.