Originarios de la región de Mulhouse, los fleischschnacka hacen las delicias de los habitantes de Alsacia. Tradicionalmente se preparaban el lunes, para aprovechar los restos de la comida familiar del fin de semana. Esto lo convertía en un plato barato para comer una buena parte de la semana. Debido a su particular forma, los fleischschnacka también se conocen como caracoles de carne.
Este plato a base de relleno es una mezcla de carne cocida, procedente normalmente del cocido, huevos frescos, cebolla, perejil, sal y pimienta. Todos los ingredientes están envueltos en pasta de tallarines, que se corta en trozos iguales. Luego, se dora en la sartén y se escalfa en caldo de ave. Por lo general, los fleischschnacka se sirven con el fondo de este caldo.