El croque-monsieur es seguramente el rey de los bistrots parisinos. Surgido en 1910 en un café del bulevar de Capucines, en la capital francesa, en todo este tiempo su receta no ha cambiado lo más mínimo. Ahora bien, existen muchas variantes, como el croque-madame con huevo en la parte superior, hawaiano, con piña, dulce, con una famosa pasta de untar con chocolate, o acompañado de una salsa besamel.
Se trata de un sándwich que se sirve caliente y que consta de una loncha de jamón de Paris y de lonchas de gruyère colocadas entre dos rebanadas de pan de miga con mantequilla. Para obtener un croque-monsieur crujiente y que se deshaga en la boca, el conjunto se dora en el horno o en una sartén.