El crêmet de Anjou es un postre refinado que debió surgir de la imaginación y la inspiración de una cocinera llamada Marie Renéaume. Tras este descubrimiento, parece que la mujer abrió su propia mantequería para elaborar el producto.
Apreciado por su aroma delicado y por la facilidad de su preparación, este postre es una mezcla de nata montada, clara de huevo a punto de nieve y azúcar, ingredientes a los que se puede añadir una pizca de sal, menta o limón. En la actualidad, el crêmet de Anjou también se puede elaborar con fresas, melocotones de viña o mirabelles.