El albaricoque rojo de Rosellón, producto estrella de la llanura catalana, cuenta con una DOC que reconoce sus grandes cualidades gustativas. De forma redonda, con una piel lisa y afelpada y un color rojo anaranjado, el albaricoque de Rosellón posee una carne jugosa y dulce, producto de su gran exposición al sol. Se cosecha se extiende de junio a mediados de julio y existen cuatro variedades: Royal Roussillon, Héléna del Rosellón, Gâterie y Rouge del Rosellón. El albaricoque del Rosellón es rico en vitaminas, y puede comerse tal cual cuando está bien maduro, en confitura, en tarta o seco o confitado.
El albaricoque de Rosellón es excelente para la salud. Es rico en potasio y en fibras, gracias a las pectinas, y su bonito color anaranjado es indicativo de una gran concentración de betacaroteno.
Cada año, en julio, la ciudad de Rivesaltes organiza una fiesta del albaricoque en la que se dan cita los productores de esta famosa fruta, y en ella se puede asistir a degustaciones o al concurso del mayor comedor de albaricoques.