Situada en el corazón del Var, en la carretera que une Les Arcs con Lorgues, la pequeña y encantadora ciudad de Taradeau atrae a los visitantes. Está enclavado en el valle de Florieye, no lejos de Draguignan, Saint-Antonin-du-Var o Roquebrune-sur-Argens.
Antiguamente conocida como Taradel, que proviene de la raíz TaR que significa roca encaramada en lengua indoeuropea, la comuna de Taradeau comienza su historia en la Edad del Hierro, como lo demuestran los restos encontrados en el lugar. Ocupada durante mucho tiempo por los romanos, vio posteriormente el surgimiento de los bárbaros, los visigodos, los borgoñones y luego los francos. Afectada por los sarracenos llegados de España en el siglo IX, sufrió una serie de saqueos y violencia a lo largo de los siglos.
Hoy en día, Taradeau es más conocido por su actividad enológica y turística.