En la confluencia de las miradas de Adour y Bidouze, Sames fue una vez una encrucijada importante para el transporte fluvial de mercancías y personas.
Hoy, Sames se encuentra en un paisaje de barthes naturales o cultivados donde se ha desarrollado el cultivo de kiwi, maíz y por supuesto la cría de la raza equina anglo-árabe. No dude en visitar las ganaderías nacionales presentes en la localidad y descubrir el territorio a través de paseos a caballo.
Pase tiempo con la familia o los amigos en el centro de ocio del lago Sames, donde le esperan muchas actividades: piragüismo, telesquí acuático, wakeboard, kneeboard, snowboard, pesca...