La ciudad debe su crecimiento a los monjes que vinieron a establecerse en grandes cantidades entre los siglos 11 y 12. Ellos han ayudado a hacer crecer el cultivo de la vid. Hoy en día, este patrimonio común dinámico ofrece variadas actividades que le permitirá, entre otras cosas, para disfrutar de sus vinos notables de la denominación Côtes de Castillon Burdeos o disfrutar de un paseo por el agua por el camino de sirga de edad ...
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